
El resumen del efecto Pigmalión sería el hecho de que Lo que pensemos que va a pasarnos, inconscientemente haremos lo posible para amoldar la realidad a nuestra idea.
Este efecto aplicado al mundo del fútbol y a la figura del entrenador en términos de gestión y liderazgo se refiere al poder de las expectativas. Lo que esperemos de los nuestros, bien sea positivo, bien sea negativo, condiciona nuestro trato hacia ellos.
Por lo tanto, como entrenadores debemos esperar cosas positivas siempre, ya que la persona se sentirá querida, confiará en sus posibilidades, trabajará para alcanzar los objetivos y, finalmente, los alcanzará. Hay que tener cuidado en no caer en el efecto contrario.
En conclusión, y utilizando palabras de la psicóloga Patricia Ramírez, "convertirte en un Pigmalión de los tuyos es convertirte en un precursor del éxito"